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Mafia
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Por estos días, cuando la banda del grupo AVAL está de moda por la condena del imperio, cuyo capo se ha enriquecido robándose el presupuesto nacional de Colombia, con gusto aquí les colocamos una denuncia que hicimos hace unos 5 años y que hoy aún tiene vigencia.

Por: Miguel Suarez (2018-12-14). Esta semana se cumplieron los temores del Fiscal Néstor Humberto Martínez, expresados por este en el debate de control contra su encubridora actuación en el caso Obrebrecht-Corficolombiana, de que la muy temida por ellas justicia imperial los llamara a cuentas.

El Grupo Aval confirmó, a través de un comunicado dirigido a la Superintendencia Financiera de Colombia, que recibió una petición del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, en su sigla en inglés) en relación con una investigación que adelanta en su contra por las actuaciones en el proyecto de infraestructura Ruta del Sol II.

En el debate el para-fiscal, conocedor de los que le venía pierna arriba se inventó una supuesta conspiración contra él (como Barbosa hoy), donde se habrían invertido miles de millones de dólares, que no aclaro quien los había invertido, con los cuales habría contratado a reconocidos ex-funcionarios imperiales.

La investigación imperial contra el grupo Aval y por ende contra Martínez al parecer fue iniciada debido a las declaraciones y a documentos entregados por el asesinado Jorge Enrique Pizano, a quien pretendían acallar asesinándolo.

Este asesinato al parecer les produjo el efecto contrario y a abierto el debate en cuanto al accionar delincuencial de un grupo que más bien es una banda criminal cuyo “prestigio” es bien protegido en Colombia debido a la gran cantidad de testaferros a su servicio que han logrado ocultar otros delitos y ojalá de esta no se escapen.

Es muy conocido de la boca de los testaferros del señor Sarmiento Angulo y de su abogado Néstor Humberto Martínez, su denodada lucha contra el narcotráfico, lo cual es pura paja ya que de èl se lucran ellos y si es algo normal que nunca o casi nunca hablen del lavado de dineros que obviamente se realiza por medio de los bancos de los cuales Sarmiento tiene varios.

Por allá por 1970, cuando se iniciaba la llamada bonanza mariguanera, Sarmiento Angulo tuvo la brillante idea de compra el Banco de Occidente, que estaba maltrecho y en manos de decenas de accionistas dispersos. Banco que según nos dijeron debido a la brillante conducción de este paso la crisis financiera de los 80s, que entre otras sepulto como rico al banquero Jaime Michelsen siendo reemplazado por Sarmiento quien hoy ostenta el título del más rico de Colombia superando con creces al rico de ese entonces al ya fallecido Julio Mario Santo Domingo.

En abril de 1989 se conoció un detalle que demostraría “las habilidades” financiera de Luis Carlos Sarmiento Angulo de la que no hablan sus testaferros.

En la mañana de ese miércoles 29 abril se realizó una rueda de prensa donde participaron el procurador general de los Estados Unidos, Richard Thornburgh, el jefe de la agencia antidrogas norteamericana, DEA, John Lawn, y a las cabezas del FBI, la administración de impuestos (IRS) y la aduana.

La rueda de prensa para la cual se habían dado cita tenía por objeto hacer público una operación contra el lavado de dólares calificada por ellos como "el mayor golpe dado por nuestro gobierno al lavado de dólares provenientes del narcotráfico", se trataba de la Operación “Polar Cap”, mediante la cual habrían descubierto el lavado de más de 1.200 millones de dólares solo en un solo año (1987 y 1988).

El lavado de dólares se habría realizado entre las ciudades de Medellín, Cali y Ciudad de Panamá. Medellín por ser la sede del Cartel de Medellín, Cali por ser la sede principal del Banco de Occidente y Panamá sede del Banco de Occidente Panamá donde se realizaba las transacciones internacionales.

Lo que contaron los sabuesos gringos y que era bien conocido por los colombianos, fue que por medio del banco del “habilidoso” Sarmiento Angulo se lavaba dinero para los narcotraficantes Pablo Escobar y Jorge Luis Ochoa, según dicen, familiar de la esposa de Álvaro Uribe Vélez, Lina Moreno.

Como es normal y costumbre en Colombia, la noticia causo inicialmente alguna bulla, pero muy rápidamente, debió de ser por los implicados, Pablo Escobar, Jorge Luis Ochoa y Luis Carlos Sarmiento, paso al olvido sepultada por alguna afortunada bomba del Cartel de Medellín.

El gerente general de la sucursal de Panamá del Banco de Occidente, William Guarín Pulecio, empleado de Sarmiento, se hizo responsable del delito pagando por ello varios millones de dólares que nadie se preguntó de dónde salieron quedando el caso en el olvido hasta ahora donde podría salir de nuevo a flote.

Como en el caso de Odebrecht, y esto parece ser la técnica la idea mediática que crearon, fue de que los empleados panameños habían actuado sin el conocimiento del dueño del Banco, al que poco falto para decir “Nosotros solo nos enteramos ahora”. (caso similar al de ahora con Melo, que nos quieren meter en la cabeza actuó solo).

Los testaferros de Sarmiento, hablan, e incitan a fumigar a los campesinos pobres, entre otras para que abandonen las tierras para ser ocupadas por este, pero nunca hablan del lavado de dineros y de otros delitos que parecen ser la fórmula de éxito de tan “exitoso” empresario.

En el año 2012 la presidenta de Asobancaria, informó que el lavado de dinero en Colombia se estima en 20 billones de pesos (11.100 millones de dólares), lo que supondría más del 3 % del producto interno bruto (PIB).

Cifra que, a mi manera de ver, dice que la Colombia de la mafia es la principal exportadora de cocaína del mundo y por venir de quien viene, de la presentante de los banqueros, está minimizada, millones que no se lavan, como se puede creer en una lavadora de ropa o en una tienda de barrio, se lava en los bancos de los cuales el grupo Aval es talvez el mayor propietario.

La llamada a rendir cuentas al Grupo Aval ante el imperio debe tener muy asustado a Néstor Humberto Martínez, sabedor como debe saber, que el imperio castiga más duro a los testaferros que a los capos y en este caso él es un testaferro.

Bien venida la llamada a cuentas con la esperanza de que allá se haga algo de justicia, aunque sé que la Justicia imperial funciona dependiendo de los intereses de algún grupo y si de algo les sirve acabar con esa banda lo harán y si no, aceptaran el argumento de que todo fue a las espaldas de ellos.