El pasado lunes 16 de mayo, en una rueda de prensa con el presidente del partido conservador de Suecia (moderaterna), Ulf Kristersson (Ulf el hijo de cristo), partido cuyo color de la bandera es azul, la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, de azul vestida, anuncio la intención de su gobierno de solicitar ingreso a la banda criminal conocida como OTAN.
El anuncio causo el susto de muchos de mis amigos latinos, que hasta última hora esperaban que la primera mujer primer ministro de Suecia no cometiera ese tremendo horror.
Esta es la noticia de esta semana y como vivimos en Sucia es necesario referirnos al tema.