Por: Miguel Suarez (2019-09-06). Alguien, algún día acuño la frase de que “En Colombia es más fácil organizar una guerrilla que un sindicato”, debido a la represión, macartizacion y en general, al anticomunismo esparcido por la mafia a través de sus medios de desinformación.
La realidad, le está dando la razón a esa afirmación y de una forma mas que categórica.
Hace unos dos años (junio, 2017), veíamos sorprendidos como la guerrilla más grande de América Latina, las Farc-EP, se desmovilizaba y entregaba las armas, con tristeza veíamos como los fusiles, que, según el fundador de las Farc, Manuel Marulanda, eran la garantía de que la oligarquía colombiana cumplieran lo acordado, eran entregados, desarmando así al ejército del Pueblo colombiano.
Hoy vemos como de la noche a la mañana se nos anuncia la conformación de una “nueva guerrilla”, las mismas Farc-EP, al frente de la cual están un grupo de destacados guerrilleros que ante el incumplimiento de los acordado y ante las amenazas contra su integridad resolvieron tomar de nuevo las armas.
Los dos hechos, corroboran el dicho popular, que asevera que en Colombia es más fácil armar una guerrilla que un sindicato y allí es donde está el detalle, lo difícil y complicado en Colombia y en cualquier parte del mundo de hoy, es organizar y concientizar al pueblo.
Es claro pues, que sin el desarrollo de un movimiento popular combativo y bien organizado no habrá, en las actuales condiciones, lucha armada que valga, que valga digo, para cumplir el objetivo, la toma del poder, porque para golpear al ejercito oficial, compuesto de hijos de pobres, ocasionarle algún susto a la oligarquía y alguna satisfacción al pueblo ante tanta injusticia, si sirve.
En los años 90s, la guerrilla de las Farc-EP, con Marulo y con Jacobo, llegó a copar al ejército colombiano, propinándole golpes que nos hicieron pensar que la toma del poder estaba a la vuelta de la esquina, pero no fue así, el movimiento popular no estaba organizado de forma que complementara la fuerza guerrillera.
Hubo un hecho, que poco se ha referenciado y que tiene que ver con la necesidad de que se desarrolle un fuerte movimiento popular en Colombia, que tiene que ver con la necesidad de una guerrilla bien preparada, o mejor dicho con unos fusiles al servicio del pueblo, que respalden el accionar popular.
A comienzos de los 90s, Manuel Marulanda Vélez o la dirección delas Farc-EP, tuvo una fuerte discusión o crítica contra la dirección del Partido Comunista Colombiano, por no haber cumplido con la tarea de organizar al pueblo para la toma del poder, ya que ellos, los dirigentes farianos, se habían dado cuenta que solos no podían, que se necesitaba la movilización popular.
Hubo un cruce de carta, donde entre otras Marulo, criticaba que el PCC se hubiese dedicado exclusivamente a las votaciones, etc., etc., descuidando el objetivo central de una organización revolucionaria, la concientización y organización de las masas.
De la discusión salió que la dirección de las Farc-EP, decidió organizar un Partido Comunista Clandestino, conocido como PC3 y el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, para cumplir esa tarea.
Decía Marx, que para entender la realidad es necesario hacer un análisis concreto de la realidad concreta. Hacer un análisis objetivo, no llevado por nuestros deseos, por nuestros sueños o por nuestras frustraciones, porque si así lo hacemos, llegaremos a conclusiones erradas y tomaremos decisiones totalmente desacertadas que nos llevaran al fracaso.
A donde quiero ir, la historia ha demostrado que por lo menos en Colombia, la toma del poder no es posible si no se dan y desarrollan a la par la lucha armada y la organización popular, eso lo previó Marulanda y se esforzó por lograr la organización del pueblo colombiano.
Eso lo sabe la oligarquía colombiana, por eso no han cesado de asesinar a dirigentes populares, y no van dejar de hacerlo muy fácilmente, porque es allí donde está el meollo del asunto.
Por eso cometieron el genocidio contra UP, contra a Luchar, etc., etc., porque estaban siendo efectivos en organizar al pueblo y dirigir las luchas por sus reivindicaciones.
Aunque las cifras de los asesinados por la oligarquía son contradictorias, van y vienen, para mí, unos 800 líderes populares han sido asesinados desde que se firmó el acuerdo, buscando con esto detener la organización popular, que gracias al acuerdo entre las Farc-EP y el estado, está dando muestras de activación.
Lo acabamos de vivir, se desarmaron las Far-EP y vuelven y se arman, como diríamos los colombianos, en par patadas, pero el movimiento popular, combativo, no arranca, incluso sin saber datos ciertos, me atrevo a decir que el PC3 y el Movimiento Bolivariano por la nueva Colombia, no tuvieron mayor incidencia en el cumplimiento de ese objetivo, por lo menos hasta donde yo conozco.
No hablare de los paramilitares, que nos quieren meter en la cabeza que ya no existen, que hoy se dicen existen unos 20 grupos, que son armados por ganaderos, terratenientes y narcotraficantes con el apoyo del ejército oficial, entiéndase el estado.
Los guerrilleros farianos y elenos, durante más de 50 años han estado combatiendo, pero la toma del poder no ha llegado, así que, para que entendamos bien la historia, no basta con el anuncio de una “Nueva guerrilla”, la tarea más difícil está en la organización del movimiento popular y hacia allá hay que enfocar los esfuerzos.
La tarea no es fácil, la mafia que detenta el poder en Colombia, desde antes de firma los acuerdo ya se alistaba para destruir al Partido Farc, conscientes del peligro que para ellos representan la organización de este y la incidencia que podían tener en la organización del pueblo.
Aquí vuelvo a recordar que en un debate titulado Foro De Paz y Reconciliación donde participó Humberto de la Calle, en ese momento jefe de la delegación que representaba a la mafia en las conversaciones en la Habana, este dijo conocer de una discusión muy profunda que había en las entrañas del gobierno de Santos, sobre la manera de llevar a cabo la reincorporación.
De la Calle dijo: “Hace poco leí una carta de los ex-comandantes de las Fuerzas militares donde decían mire hay que eliminar cualquier nexo de colectivo entre los ex-combatientes, eso lo que hay es que dar es una palmada en la mesa y cada quien se va, unos se van para Paratebueno, otros para Medina y otros para el Putumayo y cada quien tiene una allá tía que vende empanadas, hay que disolver forzosamente ese grupo”, y eso está ocurriendo con la colaboración de algunos oportunistas, que en su momento celebraron la dejación de armas y hoy califican al Partido Farc de “Duquista”, sin entender el reto que tienen ellos o tenemos, la organización y concientización del pueblo colombiano.
Por eso mi llamado a aquellos, que desde la comodidad de la sala de su casa, haces fiestas celebrando el nacimiento de la nueva guerrilla, cosa que debe hacerse, pero que al mismo tiempo se unen a la mafia que detenta el poder en el objeto de destruir el Partido Farc, cuyos dirigentes, que ayer eran saludos por ellos como dioses, tomaron la decisión, después de hacer un análisis concreto de la realidad concreta colombiana, que si durante 50 años no habían podido con los fusiles deberían buscar otra forma para disputarle el poder a la mafia que controla Colombia.
En Colombia han ya asesinado a unos 150 exguerrilleros, es un país donde se ha cometido el genocidio contra la UP y han asesinado 5 candidatos presidenciales, mejor dicho, es súper peligroso para la actividad política y ellos, los del Partido de la Rosa, han decidido jugársela, arriesgando incluso su vida, buscando la organización y concientización del pueblo, desafiando la premeditación de volverlos trizas, del estado, han decidido intentar hacer la tarea que hasta ahora nadie ha podido.
No serán, de pronto o por ahora, los mas hábiles, pero lo han probado su calidad ética y moral, su compromiso con el pueblo, porque dieron gran parte de su vida buscando el cambio por las armas y por lo menos, debemos darles nuestro apoyo en esa tarea, con la cual nadie hasta ahora ha podido y sin la cual no habrá guerrilla que valga.
La realidad lo ha mostrado, con los fusiles solos no se ha podido, debe estar el pueblo organizado y dispuestos a luchar para lograr un cambio en Colombia.